Periódico: GARA
20-1-1999

Arte


Natxo Zenborain regresa a Iruñea con “Fotocalcografias”

Después de varios años sin exponer en  Iruñea, Natxo Zenborain vuelve a su ciudad natal de la mano  de “Fotocalcografías”, en palabras del autor, una serie de imágenes tomadas de la realidad pero con apariencia de terciopelo. Los 70 trabajos que la completan se pueden ver hasta el 14 de febrero en Descalzos.

Para Zenborain, “Focalcografías” es un relato, un cuento del que sólo se presentan las ilustraciones para que cada espectador saque sus propias conclusiones. Sigue, como anteriores presentaciones de éste  autor, la máxima de que "en el mundo existen tantos ombligos como personas", sentencia del propio Zenborain que pretende evidenciar la multiplicidad de individualidades y reacciones ante un mismo estímulo artístico.

Innovadora en maneras, la exposición adopta la forma de un "viaje iniciático" descriptivo en su mayor parte de los detalles ocultos del barrio irundarra en el que reside, Alde Zaharra. Un antiguo 600, el aparece en la primera de las imágenes del recorrido, lleva de un punto a otro al espectador, a quien se le coloca como testigo de lujo de imágenes fracturadas, deformadas, solarizadas y deshilachadas a partir de elementos reales.

Columnas, capiteles, estatuas, animales, objetos más cotidianos y personas son el objetivo de la cámara fotográfica. Las fotos dominan, aunque también cuelgan dibujos de las paredes de la sala municipa de Descalzos. Unas y otros son objeto de alteración manual o mediante el ordenador en su paso a cartulina que le sirve de base en la muestra. La idea pretendida por Zenborain con este tratamiento es la de eliminar "la fuerza de la fotografía en bruto, la intensidad de sus colores" para conseguir lo que él mismo denomina "aterciopelados".

La exposición que se puede ver en Iruñea hasta el 14 de febrero sigue a la reciente participación de Zenborain  en la semana de artes audiovisuales de Eibar, con una serie de diaporamas y sonido, y a su presentación en un concurso internacional de instalaciones en Nueva York, donde su proyecto se expuso hasta el pasado 15 de diciembre. El autor irundarra se autocaracteriza por su interés en innovar continuamente dentro de su propia obra, una convicción que ahora le ha llevado a las calcografías.

Si bien ya había antes experimentado en estas técnicas, la actual muestra resulta tan bien novedosa por adentrarse en las imágenes en color, abandonando quizá de forma eventual el blanco y negro con el que se inició en las calcografías. El juego con los tiempos permite una multiplicidad de efectos y alteraciones de los colores y sus contornos.

 


 

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