Arte
Zenborain
: "El arte mejora la condición humana"
NATXO
ZENBORAIN
Sala: Horno de la Ciudadela
Obra: instalación integrada por 60 postales 12 óleos, 6
obras que conjugan fotogrfía y pintura, 45 fotos, 3 pantallas de
televisión, un ordenador con varios CD Room de todo el mundo y
un montaje de falsas vidrieras
"En el
mundo existen tantos ombligos como personas", recuerda Natxo
Zenborain. Y él se ha empeñado en quitar la vista del suyo
propio para abrir la mirada creadora hacia horizontes siempre
nuevos. Poniendo a prueba su filosofía vital, el artista
pamplonés expone en el Horno de la Ciudadela una instalación
antológica, formada por multitud de obras realizadas en estos
últimos 11 años.
-En su
trayectoria artística se observa un proceso evolutivo casi
natural hacia las nuevas tecnologías, ¿cómo se produjo su
desembarco en el lenguaje audiovisual?
-Empecé
como todo el mundo, con el lapicero y las plumillas. En el
momento en que quité el miedo y descubrí que no es tan difícil
como creía, abordé el color. Lo cierto es que nunca me he
limitado. Las distintas técnicas se erigen en herramientas
útiles para desarrollar diferentes lenguajes. Posiblemente, se
me conozca más por los montajes audiovisuales, como el que
realicé en 1991 con una serie de diaporamas en la obra Egunsenti
Esperientzia, un espectáculo que combinaba la danza (Escuela de
Danza del Gobierno de Navarra), la música (Aula de Txistu del
Conservatorio Pablo Sarasate) y la luz y la proyección de
imágenes psicodélicas sobre los cuerpos de los bailarines...
-Muestra en
el Horno óleos psicodélicos, polaroids distorsionadas, retratos,
imágenes televisivas prefabricadas... y en todas las obras prima
el impacto estético sobre consideraciones más simbólicas.
¿Esconde algún mensaje cifrado, cuál es el hilo conductor que
une disciplinas tan diversas?
-Trabajo por
partes, por así decirlo. En la instalación he recogido la
combinación de distintas producciones, independientes entre sí
y dilatadas en el tiempo, acercándolas además al universo
multimedia en tres dimensiones. Lo que antes era trabajo de
buriles sobre el papel, ahora es distorsión mediante un escáner
en el ordenador. La toma de conciencia de las distintas técnicas,
materiales y formas que conviven en estos momentos me permite
elaborar un discurso plástico que luego llega a comunicar, de
forma más o menos fluida, con el espectador. El hilo conductor
de la muestra soy yo mismo. Muestro lo que ocurre cuando entran
en conexión distintos trabajos, cuando confluyen en un resultado,
siempre distinto a la suma de las partes.
-Para
usted parece ser tan .importante la observación del mundo
exterior como la introspección artística a la que le fuerza de
algún modo la experimentación formal.
-Me encierro
por temporadas con los materiales que utilizo en cada ocasión.
Pero siempre estoy abierto a ideas nuevas. Nunca me faltan
proyectos, más bien me sobran. El arte es un principio de
observación del mundo, real o imaginario, donde las formas
elementales se multiplican y transforman según la capacidad
creativa de cada momento. En este caso podía haber presentado
una serie maravillosa de retratos a carboncillo que, seguramente,
habrían satisfecho más al común del público, pero no hubiese
sido honesto conmigo mismo. En el arte ocurre lo mismo que en la
amistad, hay que aprender a observar y a conocer para amar. La
humanidad lleva más de 2.000 años sobre la Tierra, pero
seguimos con las mismas tonterías: egoísmo, frustración,
violencia... El arte mejora la condición de las personas, si se
aprende a mirar.
N. URRECHO
Pamplona
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